Durante este periodo de confinamiento, a causa del coronavirus o COVID-19, en el que la actividad humana se ha visto considerablemente reducida se ha podido observar de diferentes maneras una serie de cambios en el medio ambiente. Entre los diversos sucesos que se están dando en el medio ambiente se encuentra: la aparición de jabalíes en los centros de las ciudades como consecuencia de la inhabitabilidad de las mismas, el acercamiento de especies marinas a nuestras costas cuando no suele ser habitual su hallazgo en zonas marinas tan próximas sino en mar adentro como es el caso de delfines y hasta un banco de rayas avistado en la bahía de Santander. Teniendo este tipo de sucesos en cuenta podemos deducir que uno de los efectos del confinamiento, con mayor notoriedad, a causa del coronavirus ha sido la reconquista por parte del reino animal del hábitat natural del ser humano. Dicho fenómeno es una replica a una escala mas reducida de lo que aconteció en Chernóbil y Fukushima, lugares irremediablemente abandonados por los humanos a causa de la contaminación radiactiva y se han convertido por ellos mismos en santuarios de gran valor para la fauna salvaje. Parece que, durante el descanso temporal que el ser humano le esta dando al medio ambiente, la naturaleza intenta recuperar el espacio perdido. Según la opinión de algunos expertos, aun siendo probable que los anómalos acontecimientos de animales por las ciudades acaben una vez termine el confinamiento, barajan la posibilidad de efectos mas a largo plazo, como que la fauna cruce carreteras, en este momento notablemente menos pobladas para colonizar nuevas áreas.
Como consecuencia del parón en la actividad industrial y la considerable reducción del tráfico, tanto por carretera como aéreo, se han realizado ya diversos estudios, que han señalado la disminución de la contaminación en grandes ciudades del mundo. Ya desde los primeros países que se han visto afectados por la pandemia y, por tanto, obligados a mantener a la población en confinamiento, se ha detectado una considerable disminución de la contaminación del aire y principalmente de emisiones de dióxido de carbonoCO2, responsables del cambio climático. De igual forma que el CO2, también se han detectado reducciones considerables de dióxido de nitrógeno o NO2 en algunas ciudades importantes como Madrid, Barcelona y Valencia, del orden de un 60% de caída. En el caso de China, país donde se haya el epicentro de la pandemia, se ha descubierto mediante imágenes facilitadas por la NASA, una significativa disminución de las emisiones de dióxido de nitrógeno en las principales ciudades del país y, por tanto, una mejoría de la calidad del aire. A la hora de hablar de problemas ambientales, tenemos que tener claro que hay 2 diferentes: contaminación atmosférica y cambio climático. La contaminación atmosférica es un problema local y transitorio que consiste en el aumento temporal del conjunto de contaminantes. El cambio climático, en cambio, no es un problema local sino global y las escalas temporal y espacial son mucho mayores que las que condicionan la contaminación atmosférica. La emergencia climática no está relacionada con variaciones locales de concentración de gases de efecto invernadero en zonas de alta emisión. Por todo esto, no se puede afirmar que vaya a ver una repercusión climática significativa, ya que, a nivel mundial esta parada, por confinamiento, de emisiones de gases como el CO2 y el NO2 no darán lugar a cambios.
Otros efectos ambientales que comentar es el depurado aspecto que pueden presentar las corrientes de agua en ríos o canales de agua, como en el caso de los canales de agua de Venecia y la posible sobreproducción de desechos plásticos debido al posible consumo excesivo durante esta cuarentena destacando el sector alimenticio.
El post confinamiento o salida de la cuarentena ha de hacerse de manera paulatina y escalonada, de no ser así, podrían darse picos en el consumo de bienes y servicios. Esto podría ser el desencadenante de una masiva producción de gases de efecto invernadero y compuestos contaminantes. El denominado efecto rebote, puede resultar beneficioso desde el punto de vista económico, sin embargo, seria totalmente contraproducente a nivel ambiental, llegando a ser compensada la disminución registrada durante el confinamiento con un repunte de emisiones.
Este periodo ha de verse como una oportunidad desde el punto de vista de la concienciación y la educación ambiental hacia la ciudadanía. El como nos alimentamos, como se realiza un trabajo y como nos desplazamos tiene una influencia profunda en problemas medioambientales de gran transcendencia.
https://www.nationalgeographic.com.es/ciencia/planeta-principal-beneficiado-por-coronavirus_15325
https://www.nationalgeographic.com.es/ciencia/coronavirus-y-futuro-planeta_15406
https://www.laverdad.es/vivir/medio-ambiente/paron-coronavirus-respiro-20200321134043-ntrc.html
http://www.comunidadism.es/actualidad/la-naturaleza-en-tiempos-del-covid-19
https://hablandoenvidrio.com/efectos-del-coronavirus-cambio-climatico/
Buen artículo, en el se ve como en el confinamiento han cambiado muchas cosas. Ahora tenemos que sacar lo positivo y lo negativo para así cuidar nuestro medio
Un artículo muy interesante para meditar e intentar que ciertos habitos no vuelvan a producirse
Muy Interesante!!!!! tenemos que aprender de lo vivido en este tiempo y pensar en lo que hay que hacer para cuidar nuestro medio
Leyendo este articulo , nos hace reflexionar sobre que es lo positivo y negativo en este confinamiento que nos ha tocado vivir. Buen trabajo
Creo que este periodo de confinamiento que nos ha tocado vivir, nos puede servir para reflexionar sobre el estilo y ritmo de vida que llevamos. Nos toca ser un poco más responsables con la naturaleza.
Es un buen trabajo que puede hacerte pensar lo positivo que se puede sacar del confinamiento y lo que esta sucediendo en el medio ambiente.
Tal cual
Me encanta
De acuerdo con todo es así
Buen trabajo!!!!!