Hace dos mil años el romano Catón defendió enardecido la necesidad de destruir Cartago para preservar la República Romana. Dos mil años después esas palabras resuenan en Oriente Medio.
El conflicto entre Israel y Gaza es uno de los capítulos más dolorosos y persistentes de la historia contemporánea. Cada vez que la violencia se intensifica, el mundo entero se enfrenta nuevamente a imágenes de destrucción, dolor y desplazamiento forzoso. En medio de este escenario, surge una pregunta que no deja indiferente a nadie: ¿por qué Israel parece decidido a arrasar con Gaza y qué consecuencias tendrá esta estrategia tanto para la población palestina como para la propia sociedad israelí?
Para comprender esta situación, es necesario mirar atrás. La Franja de Gaza, un territorio pequeño y densamente poblado, ha estado bajo bloqueo israelí desde 2007, cuando el grupo Hamas tomó el control político del enclave. Desde entonces, la relación entre Israel y Gaza ha estado marcada por tensiones constantes, con enfrentamientos armados recurrentes y con la población civil atrapada en un círculo de violencia. Israel justifica sus operaciones militares como respuesta a los ataques de Hamas, que lanza cohetes hacia su territorio, y argumenta que su objetivo no es la destrucción de Gaza en sí, sino la eliminación de una amenaza para su seguridad. Sin embargo, el nivel de devastación que dejan los bombardeos y la magnitud de las pérdidas humanas alimentan la percepción de que existe una intención más amplia: debilitar por completo la infraestructura de Gaza y hacer inviable la vida en el enclave.
Desde la narrativa palestina, la situación se interpreta como un intento sistemático de borrar no solo a Hamas, sino a la identidad y resistencia del pueblo palestino en Gaza. Las imágenes de barrios enteros reducidos a escombros, hospitales colapsados y familias desplazadas refuerzan esa idea. Para la población civil, la diferencia entre una operación militar contra un grupo armado y la destrucción generalizada de su entorno cotidiano se desvanece en la práctica, pues son ellos quienes sufren las mayores pérdidas.
¿Por qué, entonces, Israel sigue adelante con esta estrategia, a pesar de las críticas internacionales y del impacto humanitario? Algunos analistas señalan que existen varias razones. En primer lugar, la seguridad nacional: para Israel, permitir que Hamas mantenga capacidad militar representa un riesgo constante para sus ciudadanos. En segundo lugar, la política interna: en momentos de crisis, los gobiernos israelíes suelen reforzar su legitimidad mostrando mano dura contra Gaza. Finalmente, está la dimensión geopolítica: la postura de Israel también se nutre del apoyo estratégico que recibe de potencias como Estados Unidos, lo que le otorga margen de acción frente a la condena internacional.
Las consecuencias, sin embargo, son devastadoras y de largo alcance. Para la población palestina de Gaza, la situación significa la profundización de una crisis humanitaria ya extrema. Los servicios básicos, como agua potable, electricidad y atención médica, se vuelven casi inexistentes en medio de los ataques. El desempleo y la pobreza, que ya eran elevados, se disparan aún más. Pero más allá de los daños materiales, las cicatrices psicológicas son enormes: generaciones de niños crecen marcadas por el trauma de la guerra, con un horizonte de desesperanza.
Israel, por su parte, también paga un precio alto. Aunque sus operaciones militares logran debilitar temporalmente a Hamas, no han conseguido erradicar el conflicto. Al contrario, cada ofensiva alimenta la narrativa de resistencia en el mundo árabe y fortalece el sentimiento de injusticia entre los palestinos. Además, la imagen internacional de Israel se erosiona con cada nuevo ciclo de violencia, generando tensiones diplomáticas incluso con aliados cercanos. A nivel interno, la sociedad israelí vive en una permanente sensación de amenaza, lo que alimenta el miedo y la polarización política.
A largo plazo, la estrategia de arrasar Gaza podría resultar contraproducente. Una Gaza destruida no desaparece: su población seguirá existiendo, y con ella la necesidad de sobrevivir y resistir. Si no se abre un camino hacia la negociación y la construcción de un futuro viable, el conflicto continuará reproduciéndose en nuevas formas y con nuevos actores. En ese sentido, la aparente victoria militar puede convertirse en una derrota política y moral.
En conclusión, la idea de destruir Gaza encierra una paradoja. Israel busca seguridad mediante la fuerza, pero la devastación perpetúa el ciclo de violencia y siembra resentimiento. La población palestina, víctima principal de esta estrategia, enfrenta un futuro de precariedad y desarraigo. Y el mundo, como espectador impotente, observa cómo se diluye la esperanza de una solución pacífica. El conflicto no solo afecta a quienes viven en la región: también pone en juego principios universales como la justicia, la dignidad y el derecho de los pueblos a vivir en paz.
Fuentes
- UNRWA Situation Report #154 on the Humanitarian Crisis in the Gaza Strip and the West Bank, including East Jerusalem. Datos sobre restricciones de acceso humanitario, cierres de pasos fronterizos, impacto en población civil (agua, electricidad, salud). UNRWA
- UNICEF Situation Reports (Escalation Humanitarian Situation) — reportes recientes muestran malnutrición infantil, fallecimientos de menores por causas vinculadas a carencias de servicios básicos. UNICEF
- Health and environmental impacts of Gaza conflict (One Health Bulletin, marzo 2025) — estudio que cuantifica daños en infraestructura, desplazamientos internos, impacto en salud pública. Lippincott
- Reviving and rebuilding the health system in Gaza (The Lancet / WHO datos) — muertes directas, heridos, daño a servicios de salud, efectos indirectos de la destrucción de infraestructura sanitaria. EMRO
- Protection Analysis Update – occupied Palestinian Territory (Gaza) (Global Protection Cluster) — destrucción de infraestructura, hospitales dañados, impedimentos al acceso de ayuda humanitaria, desplazamientos. globalprotectioncluster.org
- Al Mezan Center for Human Rights – Field Update: Gaza Humanitarian Catastrophe Deepens — reporte de organización local sobre bombardeos, cierres, muertes, desplazamientos, bloqueos de ayuda. mezan.org
Imagen ElPaís