Imprimir PDFYo he investigado sobre el impacto medioambiental del confinamiento, porque era el tema que más me ha llamado la atención.
En todas las noticias nos están hablando de que la naturaleza nos está enviando un mensaje.
Casi toda la humanidad está en sus casas confinada y mientras, ¿qué está pasando afuera?. Que la naturaleza ha entrado en una depuración forzosa debido al parón del COVID 19.
Desde nuestras ventanas vemos cielos claros, horizontes definidos menos C02 y menos partículas en suspensión.
Las Selvas se expanden y los cielos se limpian, las autopistas se vacían, las fábricas están cerradas, la calidad del aire y el agua ha mejorado muchísimo.
Las ciudades grandes como Madrid y Barcelona al disminuir los desplazamientos de coches, el parón de las industrias y el consumo han provocado que hayan disminuido los malos humos, el paisaje de Madrid desde el aire ha cambiado total, no hay como ver las fotos que salen en las noticias de la televisión.
Dando datos en Barcelona el C02 se ha reducido hasta el 75% y en Madrid hasta el 57%.
Respecto a Cantabria el dióxido de Nitrógeno disminuyo un 60% en Santander y un 40% en Torrelavega.
En el caso de las partículas en suspensión, se han reducido un 17 por ciento en la capital y un 14 por ciento en Barreda. Lo deseable es que cuando pase todo esto consigamos mantenerlo”.
Esto en España, pero en el resto del mundo también. En China mejora drásticamente la calidad de aire, en el Norte de Italia mejoran los niveles de dióxido de nitrógeno. Algo que me ha llamado mucho la atención es que en Venecia que el agua suele oler mal y estar sucísimo, ahora sus aguas están cristalinas.
Y las noticias que también me han encantado son vídeos que he visto por Facebook o en la televisión de la fauna entrando en nuestras ciudades como por ejemplo:
Delfines en la playa de Los Locos en Suances, Jabalíes por Barcelona, Cisnes en los canales de Venecia, Pavos Reales por Madrid, también he visto imágenes de ciervos por Cantabria paseando por las carreteras, etc…
Sin embargo en confinamiento es una mala noticia para los animales que se alimentan de nuestros desechos. Otro inconveniente es que se interrumpen las operaciones de ayuda a las especies en peligro de extinción.
Con el confinamiento los fotógrafos de Naturaleza no pueden hacer su trabajo es por eso que siete de estos fotógrafos, veteranos en la profesión, con diversos premios y publicaciones a sus espaldas, han iniciado el proyecto @Wildconfinement, una cuenta de Instagram donde cada día publican una fotografía tomada desde sus casas, situadas en medio de ciudades y pueblos.
Un aire más limpio beneficia a todos, ahora y en el futuro.
Todos podemos contribuir a que esto se mantenga utilizando el transporte público en lugar del privado, demandando una industria más verde en general. La contaminación no es compatible con una vida saludable, pero ya hemos visto con esta situación que lo podemos controlar.
Otra cosa que ha disminuido con el coronavirus es el tráfico ilegal de animales.
Muchas especies son cazadas ilegalmente hasta que llegan a los mercados asiáticos, en los que se venden para el consumo humano, para la aplicación en la medicina tradicional o para que entren en negocios ilegales y sean nuevamente vendidos y explotados. Necesitamos que este tipo de negocios se acaben.
Otra cosa que disminuye con el confinamiento es el nivel del ruido. Al estar todos metidos en casa producimos y recibimos menos ruidos del exterior. Lo notamos más quienes vivimos en las grandes ciudades. Menos coches en las vías principales junto con un menor bullicio de los comercios implican un descenso de los decibelios diarios que soportamos.
Bueno y eso es todo amigos, como conclusión deseo que acabe el confinamiento y volver a mi playa favorita, Los locos y si hay suerte ver los nuevos habitantes de esta, Delfines y otras especies.