El 25 de Abril de 1986 transcurría como un día cualquiera en Ucrania, los niños alegres jugaban y correteaban y los mayores realizaban sus labores, toda la población se preparaba para la festividad del 1 de Mayo, pero nadie se imaginaría lo que iba a ocurrir en la madrugada del día siguiente, sucedería una catástrofe que marcaría un antes y un después en ese país.
Era la una de la mañana del 26 de Abril en Prípiat, Ucrania, ciudad creada específicamente para dar hogar a los trabajadores de la central nuclear Vladímir Ilich Lenin, más conocida como Chernobyl (Chernóbil), gran parte de la población dormía tranquila en su casa, salvo el equipo de ingenieros de la central nuclear, los que tenían la obligación de comprobar la seguridad de la central, realizando un simulacro para observar que podría suceder si se cortara el suministro eléctrico y cuánto tiempo podría estar produciendo energía el reactor principal, el reactor número 4, el cuál había sido considerado como una obra maestra de la ingeniería por aquel entonces y un reactor muy seguro.
Antes de realizar el simulacro tuvieron que llevar a cabo unas operaciones, lo primero que hicieron fue insertar las barras de regulación para bajar la potencia, pero realizaron un gran error, el operador olvidó programar el ordenador y la potencia del reactor bajó drásticamente, lo que produjo una contaminación en el núcleo de grafito, la bajada de la temperatura del reactor y el nivel del agua del tambor descendió, el reactor estaba prácticamente parado.
Viendo lo que sucedió en el reactor decidieron sacar las barras, pero cometieron otro grave error, sacaron casi todas las barras, desconectaron el ordenador de la red.
A la una y veintidós de la mañana empieza el simulacro, cierran el suministro de la turbina, otro fallo imperdonable, ya que el cierre fue forzado, esto produjo la subida de la temperatura del núcleo, intentaron volver a bajar las barras, pero ya era tarde, se acumuló una gran nube de hidrógeno y en menos de un minuto, se produjo el desastre, el reactor catalogado como uno de los más seguros explotó dos veces.
La explosión proyectó a la atmósfera grandes cantidades de partículas radiactivas, una nube radiactiva se expandió por el centro y oriente de Europa durante los 10 siguientes días, 17 países estuvieron expuestos a esa nube, incluido España. La URSS lo mantuvo en silencio.
Hoy en día sigue habiendo radiaciones, y para entrar a las zonas circundantes de la que en su momento fue una central muy segura, hay que llevar ropa adecuada para que no te afecten las altas radiaciones.
No fue una explosión atómica, pero podría haberlo sido, el trabajo durante los 7 meses siguientes de 500.000 hombres lo evitó, muchos de ellos dieron su vida.
Debido a las radiaciones siguen naciendo bebés sin ojos, sin brazos o con sus extremidades deformes, la contaminación fue de 600.000 veces más de lo normal pasadas 24 horas, y no empezaron a evacuar a la gente hasta 30 horas después de la explosión. La ciudad de Prípiat fue la más afectada por la explosión al situarse cerca de la central en la que se produjo la mayor tragedia tanto medioambiental como humana de la historia.
Prípiat, aquella ciudad que un día estaba llena de niños, niños cuya única preocupación era divertirse con sus amigos y no desgarrarse la ropa para que su madre no le riña, una ciudad llena de esperanza y de ilusión por parte de todos sus habitantes, habitantes que el 25 de Abril de 1986 vivían su vida como un día cotidiano, y que ya pensaban en cómo celebrar el 1 de Mayo junto a su familia, esas personas, ahora mismo pueden haber fallecido o, en el mejor de los casos, viven con un problema grave de salud o alguna deformación, aquella ciudad fundada el 4 de Febrero de 1970, hoy en día, es una ciudad fantasma, y aún se pueden ver por sus calles objetos de sus antiguos habitantes como trapos, balones pinchados, libros para colorear o muñecas, que un día pertenecían a alguien.
Imagen National Geographic