La catalepsia es una enfermedad biológica en la que el que la sufre se queda inmóvil durante un tiempo, sin signos vitales y pareciendo que no tiene vida. En la realidad solo está inconsciente, y esto puede variar de intensidad. Algunas veces, la persona que lo sufre tiene poca consciencia, pero en otros casos, pueden escuchar y ver todo lo que ocurre.
Esta enfermedad puede ser causada por algunas enfermedades como la epilepsia, el parkinson, la esquizofrenia o por la cocaína. El afectado puede tener signos de vida, aunque se encuentra en un estado incapaz de controlar sus piernas o sus brazos.
El enfermo puede presentar varios síntomas, como, por ejemplo, que el pulso y la respiración vayan lentamente, que el cuerpo esté rígido, o que no responda a estímulos. Antiguamente, algunas veces se creían que el enfermo estaba ya muerto, y procedían a enterrarle sin saber que seguía vivo. Debido a esta enfermedad se han enterrado a muchas personas vivas. Otras personas, han tenido más suerte y han vuelto a la vida en algunas salas de velatorios, en medio de una ceremonia fúnebre, o simplemente, han sido salvados por amigos o familiares que sospechaban que todavía no había muerto.
Hoy en día es muy difícil que esta enfermedad se produzca ya que se utiliza, como el modelo de comportamiento que ha de predominar para el diagnóstico de la esquizofrenia catatónica, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Además de darse en este tipo de esquizofrenia también puede ser inducida por el estrés o por medicamentos tales como el “Haloperidol”.
Gracias a Internet esta enfermedad es cada vez más conocida, debido a los casos de esta que se cuentan por páginas webs. Existe un caso que es muy conocido, y trata sobre algunos soldados que habían muerto en la guerra de Vietnam y que regresaban para ser enterrados con muestras de haber vuelto a la vida en el camino.
Otro caso muy interesante es el de un joven militar de tan sólo veintidós años estuvo en estado cataléptico durante catorce meses. A lo largo de ese tiempo, los médicos anotaban en su ficha médica que podía murmurar, estornudar y toser. Poco antes de que sufriera esto, fue herido y entró en una gran depresión. Tuvo ataques catalépticos y todo esto se terminó después de estar esos meses inmóvil. También otro caso que cabe destacar es en el que un señor, que sufría de catalepsia, se encontraba en su velatorio, escuchando como todos sus familiares y amigos lloraban desconsoladamente por su muerte. Poco después, este se levantó, y todos huyeron de aquel lugar corriendo por el susto que les dio ver a un supuesto difunto levantarse. Después de unos años, este señor desgraciadamente murió, pero nadie fue a verle a su velatorio.
En conclusión, y para que este tema tenga un punto de humor, una buena idea es llevar encima un “Notebook” o un teléfono móvil que tenga la batería bien cargada, y avisar rápidamente a quien puedas para salir de ese infierno, y aunque sea difícil de creer, en Santiago de Chile han inventado unos ataúdes con un sensor que capta si hay algún movimiento dentro de él, por si se da el caso en el que hayan podido enterrar a una persona con catalepsia, para poder socorrerla.
Se ha empezado a realizar esto en el cementerio llamado “Camino de Cannan”. Los dueños de este camposanto quieren ser los primeros en poder evitar más muertes a causa de esta enfermedad. Aunque en las páginas webs cuenten muchos casos de catalepsia, es muy difícil leer o ver uno que haya sido contado por el que ha podido vivir esta enfermedad. Hoy en día con los avances médicos, ya no pasan casos de catalepsia. Antes era más común porque no había médicos especializados en este tipo de enfermedades tan extrañas, ni máquinas que pudieran ayudar a averiguar el diagnóstico de los pacientes.