Los bosquimanos o sans son un grupo de pueblos nómadas que viven generalmente en el desierto Kalahari. Son indígenas del sur de África que están instalados allí desde hace mucho tiempo. Los países en los que se reparten estas personas son Angola, Botsuana, Namibia y Sudáfrica.
Los sans se dividen en pequeños grupos familiares, con 10 miembros o incluso menos, que disponen cada uno de ellos de un territorio para cubrir sus necesidades. Las tareas se dividen en sexos; los hombres se dedican a cazar antílopes con flechas envenenadas con sustancias naturales y extraen agua, lo poco que consiguen. Los antílopes aportan a estos grupos un complemento alimenticio, aunque su piel la usan para las vestimentas y sus huesos para elaborar armas. En cambio, las mujeres se dedican a tejer canastas para la recolección de frutos y alimentos. También recogen agua, al igual que los hombres y buscan madera para el fuego. Las mujeres almacenan grasa en sus nalgas para soportar la escasez en invierno. Ambos sexos son capaces de recorrer grandes distancias para encontrar subsistencia.
Tradicionalmente, los niños se dedican a escuchar historias y leyendas que sus mayores les cuentan y a aprender el arte de la caza. Sin embargo, las niñas acompañan a las mujeres en las tareas de recolección.
La esperanza de vida ronda los 60 años, es una media bastante alta teniendo en cuenta sus condiciones de vida. Puede que una de las razones sea su costumbre de fabricar sus propias infusiones con diversas plantas del entorno, aunque estas también las usaban como pociones amorosas.
Respecto a sus creencias, cuando un miembro del grupo muere, es colocado en una tumba y enterrado. Los espíritus de los muertos suelen intervenir en algunos ritos y castigan a los que han desobedecido las normas. Estas personas temen a los difuntos y la proximidad de sus tumbas, porque creen que los espíritus merodean por los aledaños. Los sans están seguros de que uno de sus miembros posee poderes especiales para contrarrestar los ataques del mundo de los espectros. Por ello el trato hacia los difuntos es respetuoso en todas las ocasiones. En el momento en el que uno de los componentes del grupo cae enfermo, todo el poblado, incluyendo a los sanadores, realizan danzas curativas.
El espíritu creador supremo de los sans es Modimo, y también creen en seres espirituales con menor importancia y en los espíritus de los difuntos. Otros ritos religiosos son el ‘bogwera’ y el ‘bojale’, que dan la bienvenida a los hombres y las mujeres. Pero sin duda, los ritos más llamativos son ‘gefethla pula’ que significa rito para hacer lluvia y la adoración a la luna. Para llevar a cabo estos actos, se reúnen en pequeños grupos de cuatro o cinco personas.
Los bosquimanos carecen de una organización política formal, por lo tanto, no hay jefes, aunque algunos componentes influyen particularmente por sus habilidades o por su poder de persuasión. Las decisiones en el poblado se toman en una asamblea y no por mayoría, sino por consenso. Los ancianos por ser mayores, son los que de alguna manera dirigen el poblado.
En esta tribu, el control de natalidad es muy eficaz, las mujeres pueden quedarse embarazadas única y exclusivamente cuando hayan pasado 44 meses de haber dado a luz. Si para mantener a la familia hay problemas, no se incrementan los componentes de ésta.
Hablando de la lengua, lo más característico son los chasquidos, ya que existen más de ochenta tipos. El 70% de las palabras comienzan con un chasquido. Hablan distintas lenguas, las representativas de Namibia y Angola.
Se caracterizan por su estatura, ya que no suelen pasar del 1,52 cm y su piel morena-amarillenta oscura. Tienen ojos pequeños y un cabello lanoso. Su nariz es aplastada y las orejas carecen de lóbulo. En cuanto al cuerpo, poseen una característica particular: el coxis, en las mujeres está cubierto de una gran capa de grasa, este rasgo esta acentuado por la concavidad de la región lumbar, lo que da un aspecto grotesco a la figura de la persona. Nosotros, para adornar nuestra piel, nos hacemos tatuajes, en cambio los bosquimanos se hacen cicatrices, y así adornan sus cuerpos. De esta forma se designan en cada tribu.
Dentro del arte bosquimano, encontramos unas cuevas y acantilados en los que se hallan cantidad de grabados y pinturas, practicados desde unos 4000 años a.C hasta la actualidad. La arquitectura es simple, pero resistente. Los componentes de esta tribu, viven en chozas de palos y matorrales que les protegen de las desventajas climatológicas.
Deberíamos aprender de ellos en algunos aspectos, ya que en su vocabulario no existen palabras como egoísmo o vagancia, son una gran familia y se apoyan en todo lo que pueden.
Bibliografia: