El ballet es un tipo de danza que se presenta en el escenario y se diferencia por ser muy elegante y técnica. Combina movimientos del cuerpo, música y, a veces, actuación, y puede contar una historia o transmitir emociones. Se reconoce por su precisión, elegancia y por usar posiciones y movimientos que siguen reglas muy claras. Además, el ballet no siempre tiene que narrar algo, también puede ser una forma de arte que se enfoca solo en la belleza del movimiento.
El ballet se originó en Italia en el Renacimiento durante el siglo XV, en las cortes de los nobles. Durante las fiestas y banquetes, los nobles incluían espectáculos que mezclaban música, poesía, danza y disfraces elegantes. Estos eventos se llamaban “ballets de corte” o “Balli”. Además de entretener, también servían para mostrar el poder y la cultura refinada de las cortes aristocráticas.
El ballet llegó a Francia a finales del siglo XVI gracias a Caterina de Médici, una noble italiana que estaba casada con el rey Enrique II de Francia. Caterina apoyaba mucho las artes, y su corte fue muy importante para el crecimiento del ballet en Francia. En el año 1581, se realizó uno de los primeros grandes espectáculos de ballet en Francia, llamado “Ballet Comique de la Reine”, esta obra es considerada uno de los primeros ballets formales.
Durante el siglo XVII, el ballet se hizo más importante gracias al rey Luis XIV, que era un gran fanático de la danza. En el año 1661, Luis XIV creó la Academia Real de Danza en París, lo que ayudó a crear reglas y técnicas más estrictas para el ballet, el cual se empezó a convertir en un arte con identidad propia.
Durante los siglos XVIII y XIX, el ballet siguió desarrollándose. En esta época surgió el ballet clásico, que se reconoce por su técnica muy precisa, el uso de zapatillas de punta, los tutús y las coreografías elaboradas. La escuela de ballet de Rusia fue especialmente importante, con coreógrafos como Marius Petipa y compositores como Piotr Ilich Chaikovski, quienes crearon ballets famosos como El lago de los cisnes, La bella durmiente y El cascanueces.
Se pueden diferenciar tres tipos de ballet:
El ballet clásico, es el estilo más tradicional, conocido por su técnica estricta y por contar historias de cuentos de hadas o temas románticos. Obras como El lago de los cisnes y La bella durmiente.
El ballet neoclásico, que fue desarrollado en el siglo XX por coreógrafos como George Balanchine, este tiene un estilo es más flexible y libre que el ballet clásico. Tiene movimientos más rápidos, aunque mantiene la base técnica del ballet.
Y, por último, el ballet contemporáneo, este es una forma más moderna que combina las técnicas del ballet clásico con movimientos más fluidos y expresivos. Es menos rígido y suele enfocarse en explorar el movimiento del cuerpo sin seguir tantas reglas tradicionales.
El ballet es una de las formas de danza más elegantes y exigentes que existen. No solo es una disciplina artística, sino que también necesita mucha dedicación física y mental de los bailarines. A lo largo de los siglos, se ha convertido en una de las formas de expresión artística más respetadas y admiradas.
El clásico al igual que cualquiera de las otras disciplinas que practico de baile son mi pasión y mi manera de vivir la vida.
Cuando estoy feliz o triste bailar es mi forma de expresarme y en ocasiones no hace falta hablar para demostrar lo que piensas y lo que sientes en cada momento. Para mí es un estilo de vida y subir a un escenario es una de las mejores experiencias, puntas, portes, coreografías, exámenes…esa soy yo. Como decía Mozart “Bailar es como soñar con tus pies”. Esta foto es mía con las puntas y me representa totalmente. ¡Soy tan feliz bailando!
BIBLIOGRAFIA
- Buscador Google.
- Historia del ballet clásico, autora: Mar Rodríguez
- Guía de aprendizaje, royal academia