Bueno, aquí estamos nuevamente para hablar de la maravillosa relación entre los teléfonos móviles y el aula. ¿Por qué digo maravillosa? Bueno, porque ya sabemos que no hay nada mejor que los dispositivos electrónicos para distraer a nuestros queridos estudiantes. ¿Quién necesita libros, cuadernos o profesores cuando puedes tener un maravilloso teléfono móvil en tus manos?
Hablemos ahora de las tabletas, esas maravillas tecnológicas que han llegado para revolucionar la educación. Ya no es importante que los niños aprendan a escribir en papel, no no no, eso es cosa del pasado. Ahora pueden garabatear en pantallas táctiles y perder todo sentido de la caligrafía. Además, ¿a quién le importa aprender a sumar o restar cuando tienes aplicaciones de juegos adictivos a tu disposición? ¡La educación nunca ha sido tan emocionante!
Pero hablemos en serio, porque está claro que los teléfonos móviles y las tabletas son verdaderos salvadores en el aula. Ahora los profesores no tienen que preocuparse por mantener la atención de los estudiantes, ellos mismos se encargarán de encontrar videos de gatos en YouTube o compartir memes en lugar de prestar atención a lo que se les está enseñando. ¡Es increíble cómo estos dispositivos pueden convertir cualquier clase en un verdadero circo!
Y no se preocupen, padres, porque si sus hijos no tienen un teléfono móvil o una tableta, no están perdidos. Seguro que tienen amigos que están dispuestos a prestarles el suyo durante toda la clase. ¡Sí, compartir es amar! Además, ¿quién necesita privacidad cuando puedes exponer tus datos a una nutrida muchedumbre en internet.
Lo triste son las genialidades de los políticos y las empresas que les onnubilan. Hasta hace poco, la escuela no digitalizada era un despojo del pasado. Hasta hace poco habia planes financieros para pagar las tablets. Hasta hace poco los profesores que amaban el papel y la palabra eran proscritos.
Ya solo falta que el miniserio caiga en la cuenta de que no tienen competencias en educación.