España envejece

España es un país situado en la península Ibérica al sur de Europa, con una superficie de aproximadamente 506.000 km² y 47 millones de habitantes. Con relación a este último aspecto, el número de habitantes, existe un grave problema que ha estado en boca de todos recientemente: el envejecimiento de la población.

Todos los países sufren, al fin y al cabo, un envejecimiento inevitable al tener una creciente esperanza de vida y una menor natalidad conforme pasan los años. Sin embargo, España presenta un muy acelerado cambio de una sociedad joven a una anciana, igualando los datos de vejez de los demás miembros de la Unión Europea que antes superaban con creces a los españoles. Diversos estudios confirman que a partir del año 2050 el 30% de la población será representada por personas mayores de 65 años, y habrá más de 4 millones de octogenarios en el territorio español.

Hace décadas, el objetivo de numerosos países, entre ellos España, era conseguir mayores cotas de longevidad en su población. En 1920, la esperanza de vida al nacer era de una media de 40 años, en 1970, de 72; y, hoy en día, de 83 años. Esto se debe principalmente a la mejora de la calidad de vida y de la sanidad, puesto que, por ejemplo, enfermedades cardiovasculares como la taquicardia pueden ser controladas para que no sean tan graves como podían serlo tiempo atrás. La disminución de conflictos bélicos también ha influido en estas cifras, ya que no ha habido tanta hambruna, muertes, etc.

Este incremento de la esperanza de vida en la sociedad española puede ser mirado con una connotación tanto positiva como negativa. Entre los aspectos positivos se puede destacar que, gracias a este incremento de la longevidad, las personas pueden disfrutar de su vida y su tiempo libre por mucho más tiempo después de su jubilación. Además, la educación y los conocimientos de la población se ven impulsados, ya que estas personas de tercera edad pueden transmitir sus experiencias a las nuevas generaciones. También, es un muy buen punto poder decir que un niño podrá disfrutar de su abuelo más tiempo que en cualquier otro país con una menor esperanza de vida, siempre y cuando esté en buenas condiciones físicas y psíquicas.

Y es que vivir más no es sinónimo de vivir mejor. En ocasiones nuestros abuelos llegan a una edad avanzada en malas condiciones de salud, sufren enfermedades y dolores, que dificultan que puedan disfrutar de sus últimos años de vida. Otro problema frecuente es la llamada “enfermedad silenciosa”, la soledad, Desgraciadamente el actual ritmo de vida hace que cada vez sea más habitual que nuestros mayores pasen de vivir en su casa, con su familia, a hacerlo en residencias, donde el contacto con sus familiares y seres queridos se limita a determinados días y horas.

Desde el punto de vista de la sociedad, uno de los aspectos negativos de esta alta esperanza de vida es el alto coste que puede suponer para la economía de nuestro país, ya que además del gasto sanitario hay que añadir el gasto en pensiones. Esto supone que actualmente los políticos estén tomando decisiones importantes como retrasar la edad de jubilación.  

A pesar de todo, para mí pesan más, sin duda, los aspectos positivos. Quizá sea costoso para el país, pero ¿quién no querría disfrutar de sus abuelos el mayor tiempo posible? ¿Cómo no desear poder disfrutar más tiempo de la vida?

BIBLIOGRAFÍA

  • “El envejecimiento de la población”, publicado en “Lychnos” por José Luis Fernández, Clara Parapar y Miriam Ruiz.
  • “La esperanza de vida aumenta más de 40 años en un siglo” publicado en “El País” por Jaime Prats.
  • “Aspectos positivos del envejecimiento” publicado en “Scielo” por Francisco Javier Carrera-Hueso.
  • “El envejecimiento de la población española” publicado en “Funcas” por Juan Antonio Fernández Cordón.

@inesarce23-3c-11ancianos
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