El comunismo capitalista de China

El pasado 1 de octubre, se cumplieron 73 años de la proclamación de la República Popular China con Mao Zedong al frente. Durante este tiempo, la economía china ha combinado elementos propios del capitalismo y del comunismo.

Mao, en la etapa inicial buscaba el desarrollo industrial, al tiempo, suprimía la propiedad privada y colectivizaba la agricultura.

China era entonces una de las sociedades más igualitarias en la tierra. También era pobre, con más del 30 por ciento de la población viviendo por debajo del umbral de la pobreza.

A finales de la década de los 70, con la llegada al poder de Deng Xiaoping, llegó la etapa del cambio.  Deng Xiaoping desempeñó como líder supremo de la República Popular China  desde 1978 hasta 1989 y se le conoce como el “Arquitecto de la China Moderna”.

En 1978, lanzó su programa de reformas de mercado; apostando por la modernización de la economía, la introducción de ciertos elementos del libre mercado y la apertura hacia Estados Unidos, Europa, y Japón.

Progresivamente, la economía china fue dando pasos hacia el libre mercado.

Hacia mediados de la década de los 90, ya estaban establecidos los aspectos esenciales de una economía capitalista.

En 1990 se abrieron las bolsas de valores de Shenzhen y Shanghai, en 2001 China dejó a un lado el proteccionismo y se integró en el libre comercio con el ingreso en la Organización Mundial del Comercio (OMC). En 2004, se reconoció el derecho a la propiedad privada, hecho que supone toda una revolución en un país de tradición comunista.

El sector bancario chino tiene gran robustez. El Banco Comercial e Industrial de China es, a día de hoy, la entidad bancaria con más activos del mundo.

A nivel comercial, China también muestra una gran fortaleza y en la actualidad es el primer productor y exportador mundial.

China, con cerca de 1.400 millones de habitantes, se ha consolidado como la segunda economía mundial por detrás de Estados Unidos.

En base a todo esto, da la impresión de que China es una economía capitalista, pero el Partido Comunista Chino (PCCh) tiene el monopolio del poder y todavía es abiertamente socialista, es decir, está muy presente la intervención del estado en áreas consideradas estratégicas.                                                                                                                           

Privatización sí, pero con intervención estratégica del Estado; las empresas que gestionan los recursos naturales son controladas por el estado y también se ve sometido al control del estado el sistema bancario.

Precisamente, muchos se refieren al sistema económico chino como un “capitalismo de estado” porque consideran que, aunque el comunismo chino se ha rendido al capitalismo, al final,  el país sigue siendo una dictadura autoritaria de partido único.

Más allá de todos estos datos que ilustran el gran progreso económico chino -pues no cabe duda de que China ha sufrido una transformación económica espectacular- el país tiene todavía capítulos muy importantes pendientes que generan recelos, como la falta de libertad de prensa, el férreo control de internet por parte de las autoridades o la gran asignatura  pendiente; un mayor respeto a los derechos humanos.

FUENTES:

–       “El gran experimento capitalista del Partido Comunista chino”, por Víctor Escribano https://www.swissinfo.ch/spa/china-econom%C3%ADa–cr%C3%B3nica-_el-gran-experimento-capitalista-del-partido-comunista-chino/46735104

–       “Por qué China es capitalista”, por Eli Friedman

https://ctxt.es/es/20200901/Politica/33392/china-capitalismo-hukou-huelgas-eli-friedman.htm

  • “¿Qué capitalismo es el chino?”, por Maurice Meisner

https://www.eldiplo.org/notas-web/que-capitalismo-es-el-chino/

https://www.elmostrador.cl/noticias/opinion/2017/10/22/es-china-socialista-o-capitalist

@marcodiaz23-4a-11chinaeconomiainternacional
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