Desde el estallido de la guerra entre Israel y Hamás en Gaza en octubre de 2023, el mundo ha sido testigo de un alarmante incremento en los ataques y discursos antisionistas, muchos de los cuales han cruzado los límites hacia el antisemitismo. La brutalidad del conflicto, que ha dejado miles de muertos, ha exacerbado tensiones globales y polarizado aún más el debate sobre el sionismo, Israel y los derechos del pueblo palestino.
El sionismo, originalmente concebido como un movimiento político para el establecimiento de un Estado judío en Palestina, ha sido objeto de críticas desde sus inicios. Sin embargo, en el contexto actual, el término “antisionismo” se ha utilizado de forma ambigua, muchas veces como eufemismo para esconder discursos de odio contra el pueblo judío. La frontera entre rechazar políticas del Estado de Israel y atacar la identidad judía ha comenzado a difuminarse peligrosamente.
Según un informe de la Liga Antidifamación (ADL), los incidentes antisemitas aumentaron más del 300% en países como Estados Unidos, Reino Unido, Francia y Alemania en las semanas posteriores al inicio del conflicto. Entre ellos se incluyen ataques a sinagogas, amenazas a estudiantes judíos en universidades, vandalismo y agresiones físicas. Si bien algunos manifestantes pro-palestinos han condenado estos actos, otros sectores han justificado o minimizado la violencia, alegando que es una respuesta legítima ante la ocupación israelí.
En redes sociales, las narrativas antisionistas se han multiplicado, a menudo combinadas con teorías conspirativas sobre el “control judío” de los medios o las finanzas globales. En muchos casos, críticas válidas hacia la estrategia militar israelí se mezclan con símbolos antisemitas, deshumanización del pueblo judío o la negación del Holocausto. Organizaciones de derechos humanos han alertado sobre este fenómeno, destacando que el antisionismo radical no solo pone en peligro la seguridad de las comunidades judías, sino que también debilita la causa palestina al deslegitimarla mediante discursos de odio.
Universidades de América del Norte y Europa han sido centros especialmente sensibles. Campañas como “Free Palestine” o protestas contra la financiación a Israel han derivado en tensiones internas, cancelaciones de eventos judíos y renuncias de profesores o estudiantes ante amenazas. Si bien el activismo estudiantil es un componente vital de la vida democrática, muchas instituciones han tenido que intervenir para frenar expresiones que incitan al odio o que intimidan a alumnos judíos.
En América Latina, también se ha registrado un aumento en las expresiones antisionistas, especialmente en redes sociales. Países como Argentina, México y Chile han visto protestas en embajadas de Israel, donde algunos manifestantes han mostrado símbolos antisemitas o han hecho llamados a la “desaparición del Estado judío”. Si bien estos hechos siguen siendo minoritarios, reflejan una tendencia global preocupante.
El dilema principal reside en el derecho legítimo a criticar políticas de un Estado —en este caso, Israel— sin caer en prejuicios étnicos o religiosos. Diversos expertos y organizaciones, entre ellas Human Rights Watch y Amnistía Internacional, han criticado abiertamente al gobierno israelí por presuntas violaciones al derecho internacional en Gaza. Sin embargo, también han insistido en que tales críticas deben estar desvinculadas del antisemitismo y del cuestionamiento del derecho del pueblo judío a la autodeterminación.
La guerra de Gaza ha puesto al mundo ante un espejo incómodo: el dolor de un conflicto histórico no puede ser excusa para reproducir odios ancestrales. La defensa de los derechos humanos debe incluir la lucha contra todo tipo de discriminación, incluido el antisemitismo, sin que ello implique silenciar críticas legítimas a gobiernos o ideologías.
Fuentes:
- Liga Antidifamación (ADL). Informe anual de antisemitismo 2023-2024.
- Human Rights Watch. “Israel and Palestine: Escalation and humanitarian impact.”
- The Guardian. (2024). “Universities struggle to balance free speech and antisemitism claims.”
- Amnistía Internacional. (2024). “Derechos humanos en el conflicto entre Israel y Gaza.”
- El País. (2024). “Auge del antisemitismo en Europa tras la guerra de Gaza.”