Se denomina brujería, magia negra o hechicería, al conjunto de prácticas que realizan personas a los que se les denominan brujos y brujas y que se supone que poseen poderes buenos o malos; las curanderas que tenían un gran conocimiento de la naturaleza y con pociones curaban a la gente o hacían pócimas mágicas o las brujas malas porque podían hacer daño y provocar accidentes de todo tipo. Se creía que podían ponerse en contacto con los espíritus y fantasmas.
Los brujos se reunían de noche, en sitios apartados de la gente, como cuevas, o sitios de poca luz, lugares que eran sagrados para ellos y a los que la gente les daba miedo ir; a estas reuniones se las llamaba aquelarres.
Cualquier persona que no creyera en el cristianismo era considerada bruja y la Iglesia creó la Inquisición para perseguirlas. Entre los años 1350 y 1700 se produjo una caza de brujas por toda Europa y cualquier mujer podía ser acusada de brujería y podía morir en la hoguera. Antiguamente se utilizaba una manera efectiva pero cruel para probar si era bruja o no era la que se llamaba “la ordalía del agua” que consistía en tirar al río a la acusada y si se ahogaba era inocente y si flotaba era una bruja y la quemaban viva en la hoguera.
En el siglo XVIII empiezan a disminuir los juicios por brujería. Más de 100.000 personas “ojo al dato” habían sido acusadas y matadas por la brujería.
Hoy ya no se producen la caza de brujas ni nada de eso; pero hay mucha gente que cree en demonios, espíritus y en que existen personas que pueden contactar con esto. Las prácticas de brujería han desaparecido, pero existen en algunos lugares y culturas en las que existen los curanderos. Estos brujos luchan contra el mal, poseen “poderes” que reciben de los espíritus para curar enfermedades, causar la lluvia o hacer que haya caza suficiente.
Otro rito es el Vudú, una creencia religiosa que hoy en algunas partes del mundo se sigue haciendo y consiste en: coger un muñeco que sea más o menos igual que la persona y que tenga ropa parecida y por detrás de él poner el nombre al que se lo vas a hacer, su foto y pegarle un mechón de su pelo. Después se le pincha normalmente con un alfiler o aguja o se le hace otras cosas como retorcerle un brazo, romperle una pierna… Lo que quiere decir es que se trata de hacer sufrir a la persona que te ha hecho algo malo para vengarte de él.
A parte de todo esto hay un juego que para algunas personas puede ser malo: es la guija u ouija o también llamado “juego de la copa” que es el nombre que recibe en los países latinoamericanos que es un tablero formado por letras y números que sirve para poder contactar con los difuntos.
En estos últimos años ha aumentado el interés por estos temas y se han publicado numerosos libros de brujería y hay personas que creen tener poderes para hacer todo eso.
Hay una fiesta que es Halloween, cada 31 de octubre, que “recuerda” a las brujas. Pues ahora es muy conocida aquí ya que todos los años lo celebramos y la mayoría de los disfraces de las niñas son brujas y es debido a que a las niñas les gusta eso de hacer pociones y transformar a la gente y así dar miedo con las caras arrugadas y con la verruga en la nariz.
Por último, hay una historia que no sé si será famosa pero que hemos oído mucho hablar: de una bruja que mientras dormía, unos ladrones entraron en su casa a cogerla las joyas pero dio la casualidad de que todas las joyas que tenía las llevaba en los dedos de las manos y como los ladrones no pudieron cogerlas la cortaron las manos y se las llevaron y ahora la bruja el día de octubre de luna llena la bruja vagará por las casas en busca de sus manos.