Alemania, dos siglos de sufrimiento

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La caída del muro de Berlín se produjo en 1989.  Se construyó una vez acabada la segunda guerra mundial.  Cuando terminó la guerra, Alemania había quedado dividida en 2 sectores: la República Federal de Alemania (la parte occidental) gobernada por Inglaterra, Francia y Estados Unidos.   Y por el otro lado, la República Democrática Alemana (la parte oriental) gobernada por la Unión Soviética.   Como las condiciones de vida no eran iguales en ambas partes, ya que la parte del este tenía un sistema económico comunista, la gente cruzaba de un lado al otro para poder valorar ambas.  Por ese motivo la Unión Soviética decidió construir el muro, para frenar la inmigración de una parte a otra.

La caída supuso el fin de la Unión Soviética y el inicio de la Reunificación alemana.  Así mismo los ciudadanos del Este adquirieron derechos y libertades.  Esto produjo que la RDA pasase a adherirse a la RFA prácticamente de un día para otro, lo que cambio radicalmente su estructura política y económica

Alemania siempre ha sido un país que tenía muy arraigadas las ideas del nacionalismo y ansiaba ser un país unido y poderoso, con grandes territorios.  Esto se vió no solo en la caída del muro cuando todos los ciudadanos pasaron a formar parte del mismo territorio sino también en la unificación que se produjo en el siglo XIX.

Para entender esto tenemos que remontarnos a mediados de 1800.  En esa época Alemania estaba dividida en 39 Estados independientes, que formaban la Confederación Germánica.  Dentro de estos estados resaltaban principalmente dos: Prusia y Austria.  Ambos querían liderar la unificación, por lo que había dos opciones, la Gran Alemania dirigida por Austria y la Pequeña Alemania por Prusia.  Sin embargo, fue esta última quien gracias al liderazgo de Otto von Bismarck y del rey Guillermo I llevaría a cabo este proceso de anexión nacional. 

Este duro proceso se llevó a cabo a base de distintas guerras.  La guerra contra Dinamarca, contra Austria y contra Francia.  La primera fue la guerra danesa en la que querían conseguir los ducados de Holstein y Schleswig para lo que se aliaron los reinos de Prusia y Austria.  Una vez conquistados, Holstein fue para Austria y Schleswig para Prusia.  Dos años más tarde en 1866 empezó la guerra contra Austria, aquí el poderoso ejercito prusiano acabo con su contrincante en la batalla de Sadowa.  Una vez les derrotaron firmaron el tratado de paz de Praga en el que Austria se comprometía a renunciar a formar parte de Alemania y aceptaba la disipación de la Confederación Germánica, debido a eso crearon la Confederación de Alemania del norte.  Finalmente, en 1870 fue la guerra contra Francia en la que tras la victoria en Sédan les otorgaron el poder sobre dos regiones del sur: Alsacia y Lorena.  E aquí fue cuando se fundó el primer Reich.

Ambas unificaciones tienen en común que se consiguieron por la fuerza.  En la primera, al ser dirigida por las elites prusianas y aun siendo apoyada por la mayor parte de la población, hubo zonas en las que fue forzosa y tuvieron que perder su lengua y religión obligatoriamente.  Lo cual establece una estrecha conexión con la segunda, en la que la zona Este tuvo que adoptar el sistema político de la zona Oeste sin objeciones.

Es por todo lo expuesto hasta ahora, que he sido capaz de apreciar lo mucho que ha sufrido el pueblo alemán a lo largo de estos dos últimos siglos de historia.

FUENTES:

título: unificación alemana, autor: anónimo

título: La unión de Alemania, un sueño forjado a sangre y hierro.  Autor: Agustín Monzón, fecha: 11 de sept. 2019

título: muro de berlín, Autor: anónimo, sin fecha

título: La herida identitaria del Este golpea Alemania, autor: Ana Carbajosa, fecha 9 de nov. 2019